martes, 23 de junio de 2009

Un invento memorable

El 22 de Junio de 1846, en Paris, Antoine Joseph Sax, patenta su invento: el Saxofón.
Adolphe Sax es el primer inventor que ha dado su nombre a un instrumento musical.
Aunque su nombre verdadero era Antoine Joseph Sax, fue conocido como Adolphe Sax. Nació el 6 de noviembre de 1814, en Dinant, Bélgica. Su padre, Joseph Sax, se ganaba la vida fabricando instrumentos musicales, desde instrumentos de viento hasta pianos y guitarras, pero con especial acento en la producción de instrumentos de metal.
El pequeño Adoplhe no tardó demasiado en seguir los pasos de papá Sax y con apenas seis añitos ya era capaz de fabricar sus propios instrumentos. En esa época, toda la familia se acababa de mudar a Bruselas y Adolphe comenzó sus estudios en la Escuela Real de Canto, para después estudiar clarinete y flauta en el Conservatorio de Bruselas. Su primera intención era ser clarinetista.
Al mismo tiempo, trabajaba en el taller de su padre y el muchacho, que lo llevaba en la sangre, no tardó en dominar el arte. A los 12 años era ya un experto técnico.
Con apenas 16 años, construyó dos flautas y dos clarinetes en marfil que presentó en la Exposición de Bruselas de 1830. Pero había algo más que obsesionaba a Adolphe Sax: crear un instrumento de viento que, por el carácter de su voz, pudiera asemejarse a los instrumentos de cuerda, pero que tuviera más fuerza y mayor intensidad.
Siendo clarinetista, no estaba muy satisfecho con el clarinete; buscaba un instrumento similar, que pudiera alcanzar la profundidad del oboe. Empezó a concebir la idea de construir un instrumento que tuviera la fuerza de uno de metal y las cualidades de uno de madera.
Tras mucho trabajo y modificaciones para lograr una mayor calidad de sonido y resolver algunos de los problemas acústicos del clarinete, Sax consiguió crear lo que después se llamó el saxofón, nombre que combinaba su apellido con el sufijo griego phonos (sonido).
Fabricado en cobre y en forma de cono parabólico, el saxofón tenía por embocadura una boquilla de caña simple. El orgulloso inventor explicó que, mejor que cualquier otro instrumento, era capaz de modificar su sonido para adptarse al sonido que conviniera o de poder conservar una igualdad perfecta a lo largo de una interpretación. La digitación era como la de la flauta y la del clarinete. El saxofón estaba concebido para cubrir, en las bandas, un espacio entre la fuerza del metal y la calidez de la madera. A los 26 años, Adolphe Sax presentó su nuevo instrumento, tocándolo por primera vez en público en agosto de 1841, formando parte de la Segunda Exposición del Museo de la Industria de Bruselas. No fue bien recibido y los académicos ridiculizaron su invento. La aparición del saxofón en el mundo musical fue desastrosa.
A los 28 años, el joven fabricante se fue a París sin recursos, porque su padre se había gastado el dinero en experimentos, pero llegó con su invento bajo el brazo, esta vez siendo bien recibido por importantes compositores, como su amigo Héctor Berlioz.
Pero no sólo Berlioz tuvo frases elogiosas para el saxofón. Rossini, tras oírlo, expresó: "Nunca he escuchado nada tan bello”. Aplicando la experiencia de su padre a sus creaciones, Adolphe logró crear una familia de siete miembros: sopranino, soprano, alto, tenor, barítono, bajo y contrabajo. Aunque Sax había patentado sus nuevos instrumentos, no ganó mucho dinero con ellos. Es más, se pasó diez años peleando en los tribunales contra otros fabricantes de instrumentos que lo demandaban alegando la poca originalidad de sus inventos.
El hecho de que el saxofón no desapareciera como muchos instrumentos inventados durante el siglo XIX fue su incorporación a las bandas militares. Adolphe Sax fue nombrado, en 1854, "Fabricante de Instrumentos Musicales de la Casa Militar del Emperador".
El saxofón fue el invento más famoso de Sax, pero diseñó también, con la ayuda de su padre, una serie de instrumentos de metal basados en el clarín con pistones, llamados saxhorns, que todavía tienen cabida en las bandas de música de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia. Además, perfeccionó y completó las familias de casi todos los instrumentos de viento e incluso inventó algún instrumento de percusión.
Sax se dedicó a construir un saxofón nuevo, perfeccionándolo y aportando tantas innovaciones que en 1880 consiguió una nueva patente, con mejoras no sólo en el mecanismo, sino también en la calidad del sonido.
En su vejez, Sax vivió en la pobreza total. Un grupo de influyentes compositores franceses, entre los que se encontraba Camille Saint-Saëns, pidieron al ministro francés de Bellas Artes que le diera sustento económico, por lo que sus últimos días los pasó dependiendo de una pequeña pensión.
Olvidado y solo, Adolphe Sax murió en París el 7 de febrero de 1894, a los 79 años.
El genial inventor recibió un póstumo homenaje en su patria al aparecer en los billetes de 200 francos del Banco Nacional de Bélgica, billetes que hoy son objetos de museo ante la aparición del euro.
Aproximadamente 30 años después de la muerte de Adolphe Sax, el saxofón hizo su contribución cultural más importante en el nuevo estilo de música que introdujeron los músicos afroamericanos: el jazz. El instrumento conquistó el mundo, insertándose en diversos géneros musicales, jazz, rock, clásico y muchas otras vertientes.
Un dato curioso: según el libro de Récords Mundiales Guinness, el instrumento de jazz más valioso es un saxofón que alguna vez perteneció a Charlie Parker, que se vendió el 7 de septiembre de 1994 en 93,500 libras esterlinas en una subasta de Christie’s en Londres.
Le debemos a Adolphe Sax el saxofón, que ha enriquecido y ampliado los límites del rock, al meterse con comodidad en la clásica estructura de guitarras, bajo y batería de las bandas, aportando texturas y colores imposibles de lograr con otros instrumentos. Un ejemplo es el de Dick Parry y su magistral interpretación de "Money" junto a Pink Floyd en Live 8.
(Fotografías: Adolphe Sax e instrumentos originales fabricados por Sax)


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